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En pleno ataque de éxtasis Santa Teresa decía: "Vivo porque no muero"; Menos poética y más prosáica se muestra Christine Lagarde directora del F.M.I., a esta señora también le preocupan mucho "los vivos" pero por cuestiones puramente moneterias, los vivos viven demasiado y cobran demasiado tiempo sus pensiones. La solución: retrasar la jubilación ó complementarla con planes de pensión privados. Eso ó "morir viviendo".
Aquí en este contexto surgiría una nueva profesión: La de TÉCNICO EN T.A.P.P.( ténico en alternativas para pensionistas). Este profesional tendría la misión de convencer a nuestros viejecitos-as, en que disfrutasen de su pensión en paises exóticos y de bajo nivel de vida, por ejemplo: Somalía(Choza de lujo), Senegal(Sol y naturaleza), Haiti(Cantidad de obras para contemplar). Nuestros pensionistas podrían incluso ahorrar, y el Estado podría congelar sin ningún miedo las pensiones.
Otra nueva profesión con futuro es la de: CONTROLADOR AÉREO DE GLOBOS SONDA. Desde la esfera política y económica no dejan de soltarse al espacio estos artilugios sobre toda clase de temas: pensiones, educación, sanidad, copagos repagos, etc.etc. Hay semejante saturación de estos artefactos, que la figura de este nuevo profesional se antoja imprescindible para evitar colisiones que puedan provocar un irreparable desastre ideológico.
Aprovechando que estamos en plena campaña fiscal, y que el ciudadano-pagano anda "mosqueao" con la amnistía fiscal a los chorizos de siempre, surge la oportunidad de una nueva profesión: PLAÑIDERO FISCAL. Este profesional acompañaría al declarante a las oficinas de hacienda, y mientras este cumple con sus obligaciones fiscales, su "Plañidero" emitiría gritos de dolor, sonoros sollozos, y exclamaciones tales como: ¡ Hacienda nooo soomos toodos...! y cosas por el estilo.
Pagar seguiríamos pagando, pero por lo menos con cachondeo.
A la altura de nuestra presión arterial se ha puesto el precio del tabaco. Hoy entrar en un estanco nos hunde en una profunda crísis de culpabilidad a la par que esquilma nuestros cada vez más sufridos bolsillos. Aprovechando que en este país somos un poco guarretes y tiramos todo al suelo, surge la oportunidad del RECICLADOR DE COLILLAS. Nuevo profesional que aprovecharía la ingente cantidad de colillas esparcidas por el suelo, (Las puertas de los bares son una mina), para remanufacturar y poner a disposición del sufrido fumador tabaco a granel ó en cigarrillos (con la maquinita) a precios mucho más competitivos que en el estanco.
A la vez este nuevo profesional estaría subvencionado por el servicio de limpieza de los ayuntamientos.
Bueno hasta aquí hemos llegado. Más profesiones con futuro otro "jodío lunes".
