Ante la bajada general de las bolsas europeas en la jornada de ayer, la prensa en sus titulares dice: "Pánico de los inversores", y se refiere al canguelo que le entra al "Mercado" con la posibilidad de que en Francia pudieran gobernar los "sociatas".
Esto del mercado tiene huevos, como sí en la España de Zapatero los bancos, las grandes corporaciones, y los inversores no se hubieran llevado su pasta gansa.
La economía real, la productiva, se desangra por la avaricia y la falta de regulación de un mercado financiero que ha originado la crisis; La Bolsa creada en teoría para financiar a las empresas se ha convertido en un casino, donde los entramados financieros disponen del suficiente capital para manejar las cotizaciones a su antojo desvirtuando el propio sentido de La Bolsa. ¿ Para cuando la regulación de las actividades de estos terroristas económicos?, mientras al ciudadano pagano se le estruja y se le amenaza constantemente con nuevos recortes, pagos y repagos, no se ha oído ninguna medida para frenar la codicia de los sinvergüenzas del dinero y limitar el daño que infringen a la sociedad en general. Sí a cualquier persona que se gana la vida con su trabajo se le exige unos impuestos por su actividad, en forma de I.R.P.F., ¿porqué no se puede hacer lo mismo y en la misma proporción con los beneficios especulativos?. Sí se gravasen las operaciones financieras en la misma medida que las rentas del trabajo, hoy no estaríamos hablando de la financiación de la S.S ni de la enseñanza pública. Hoy en día y para nuestra desgracia, el volumen de capital no productivo supera 70 veces al P.I.B. mundial. Como esto siga así a lo mejor el personal algún día se rebosa y en vez de recortar su beneficios, les recorta las pelotas.
